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Crucifixión

Un hombre llegando al Calvario está
y el monte lo espera frío y cruel.
Con la cruz comienza a caminar
y lágrimas de sangre resbalan por su piel.

Ese hombre, sólo vino a cumplir aquí
el mandato de su Padre, el gran Rey.
Y es Jesús, que vino a sufrir, que vino a
morir para que podamos vivir.

Oh Señor,
escucha el ruido atroz
del látigo feroz
que castiga tu cuerpo sin piedad!
Y tu marcha más lenta se hace aún
pues agotado estás
por el castigo tan tenaz.
Pero llegan y te clavan en la cruz
por mí, Oh buen Jesús!

Ya se acerca el momento de expirar
porque casi sin hablar
una frase dice con amor:
"Padre, perdónalos, Señor
porque no saben lo que hacen."
Y después, alzando la mirada
a la altísima morada
pronuncia: "Consumado es".

Ya murió el Hijo Redentor,
el único Señor
que dio todo su amor
por salvar al mundo pecador
y darles el perdón,
la vida y un nuevo corazón.
Muchas gracias mi Dios,
muchas gracias mi Rey y Señor.